12 abril 2021
Por muchos años se consideró que las decisiones cruciales se tomaban con la cabeza. Es verdad que desde hace años se tomaron en cuenta las emociones o ciertas intuiciones, pero ¿dónde estaban esas? ¿en el corazón? ¿en el lado derecho del cerebro? ¿Qué sería lo más importante para los negocios o la vida laboral? Investigaciones recientes nos han recordado que no somos cerebros en cubetas, sino que cuerpo, mente y corazón (si queremos hablar así) forman un todo. El estrés, por ejemplo, afecta nuestro cuerpo y eso incide en nuestros pensamientos. Pero también sucede al contrario. Desde un punto de vista positivo, las técnicas para serenarse y concentrarse -como el mindfulness- impactan físicamente nuestro bienestar y desempeño. Así mismo, la atención que brindamos a nuestro cuerpo va más allá de mantener salud; gracias al cuerpo es que podemos pensar o resolver mejor muchos problemas. Si no lo cree, piense en la gran diferencia que a veces puede significar usar instrumentos, mobiiliario o espacios de trabajo adecuados. La próxima vez que tenga un problema laboral, considere quizá la solución puede surgir caminando un poco, estirándose, cambiando de silla, lavándose la cara, o simplemente respirando con más atención.